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Municipio de Aquismón
Aquismón, uno de los veinte municipios de la Huasteca Potosina, se convirtió la noche del 11 de octubre de 2018 en nuevo Pueblo Mágico, con lo cual sumaron dos en esta región del estado de San Luis Potosí, y tres en dicha entidad (actualmente son seis); el nombramiento fue entregado en el marco de la V Feria Nacional de Pueblos Mágicos en Morelia, Michoacán, presidido por el Secretario de Turismo Federal, Enrique Octavio De la Madrid Cordero.
El documento fue recibido por el gobernador del estado, Juan Manuel Carreras López, y por Óscar Suárez Mendoza, alcalde aquismonense desde el 1 de octubre, aunque las gestiones para la obtención de la citada categoría comenzaron al inicio de la administración municipal 2015-2018 a través de la Dirección de Turismo y Cultura, y con el acompañamiento de la Secretaría de Turismo Estatal que encabezaba Arturo Esper Sulaimán.
Aquismón fue el Pueblo Mágico 112 de 121 (hoy son 177), y se añadió a las localidades potosinas de Xilitla (nombrada el 12 de diciembre de 2011) y a Real de Catorce (que recibió el título en 2001). En 2018 se entregó la certificación también a Comonfort (Guanajuato), Múzquiz (Coahuila), Zimapán (Hidalgo), Bustamante (Nuevo León), Compostela (Nayarit), Tlaquepaque (Jalisco), Nombre de Dios (Durango), Amealco (Quéretaro) y Guadalupe (Zacatecas).
ASÍ ES AQUISMÓN!
Según el censo del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática 2020, el nuevo Pueblo Mágico es cabecera de un municipio con 178 localidades, y es la tercera más poblada, con 2 mil 174 habitantes; debajo de Tampate (con 3 mil 366), y de Tancuime (2 mil 284); y por encima de otras como Tampemoche, San Pedro de las anonas, Tanute, El zopope, El aguacate, Paxalja, y Tamapatz.
Es importante punto de concentración y de partida del turismo, actividad que en los últimos años se ha convertido en una de las primordiales fuentes de empleo y generadora de ingresos económicos, a la par con la agricultura (en la zona serrana se siembra café y cítricos, y en la zona norte la caña de azúcar) y la ganadería. Aquí pasan o llegan para trasbordar, los visitantes que acuden al Sótano de las Golondrinas, sitio turístico más visitado después de la Cascada de Tamul.
La mencionada cavidad tiene trascendencia por ser de las 13 maravillas naturales del país (desde 2007) y una de las más profundas del mundo: Con 517 metros. Ha sido locación de innumerables documentales, destacando el que condujo en descenso el Presidente de la República, Felipe Calderón, el 28 de febrero de 2011; así como la grabación de escenas para el “remake” de la película “Punto de quiebre” en septiembre de 2014, y estrenada a principios de 2016.
Por su cercanía con Valles, la urbe más grande de la comarca, Aquismón es ampliamente visitado por los paseantes, sobre todo en Semana Santa, aunque también llaman la atención las Fiestas Tradicionales en julio, y la celebración del Día de Muertos. Aunque la mayoría de los turistas opta por hospedarse en la mencionada ciudad –a cincuenta kilómetros y menos de una hora de distancia- lo cierto es que el nuevo Pueblo Mágico oferta ya más de una docena de hoteles.
En el lugar resalta la pintoresca plaza principal, eje principal de un singular centro histórico que agrupa a su Palacio Municipal, el antiguo edificio de la primera escuela, el remodelado kiosco, y un acondicionado mercado gastronómico donde pueden degustarse los principales platillos típicos de la Huasteca Potosina: El tradicional zacahuil, los bocoles y las enchiladas potosinas; sin faltar –a manera de postre- las refrescantes raspas.
En el mismo jardín (que junto con el primer kiosco se inauguró el 24 de febrero de 1963) destaca el monumento a la madre indígena (que data del 10 de mayo de 1964), símbolo de la veneración de la etnia tenek al ser que da vida, cargando en el “akil” a su pequeño, portando el “quesquem” y con el “petob” enredado en su pelo. Es posible encontrar la representación viviente de estas mujeres en alguna de sus calles, sobre todo los sábados, día de tianguis.
Muy cerca, subiendo por una calle empedrada aparece uno de sus símbolos arquitectónicos e ícono de la religiosidad: La parroquia de San Miguel Arcángel, que a su vez concentra procesiones y danzas a finales de julio (en ocasión de Santiago Apóstol y Santa Ana), y cada 29 de septiembre (día del Santo Patrono); sin faltar las peregrinaciones en honor a la Virgen de Guadalupe el 12 de diciembre.
A unos cuantos metros sobre un andador está la plaza artesanal “La mora”, donde los exponentes más representativos ofertan café, nieves artesanales, artesanías en seda, pinturas, medicina tradicional, y desde luego los bordados tenek que destacan por su colorido y laboriosidad. Más arriba es posible divisar el pueblo desde un pequeño mirador al que se llega por funcionales escalinatas.
Cuenta con Unidad Deportiva, Centro Cultural, hospital, escuelas de niveles básico y medio superior, comandancia de policía, oficina de telégrafos, tiendas, fondas, restaurantes, farmacias, consultorios médicos, auto lavados, lavanderías, cajas de ahorro, cajeros automáticos, fruterías, carnicerías, zapaterías, tortillerías, expendios de ropa, herrerías, una gasolinera, y transporte que enlaza a casi todas sus comunidades, así como para ir del centro al Crucero “Marcelino Zamarrón”.
Aquismón cuenta además con una Unidad Deportiva, un Centro Cultural, un Hospital Básico Comunitario, instituciones de nivel básico y medio superior, pequeñas tiendas de auto servicio, fondas, restaurantes, farmacias, consultorios médicos, una gasolinera, y transporte público que enlaza a casi todas sus comunidades, así como para ir del centro de la localidad al Crucero “Marcelino Zamarrón”, donde pasa la carretera federal 85 (o México-Laredo).
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
El término Aquismón, tiene tres interpretaciones: Se dice que significa en huasteco "árbol al pie de un pozo"; pero otro autor -el investigador Salvador Penilla López- lo menciona como "pozo limpio con la coa"; en tanto que el historiador Joaquín Meade, lo cita como "lugar de conchas en un pozo". Nótese que estas diversas acepciones, refieren un pozo, quizás esto es, por que lingüísticamente se quiere mencionar la existencia del abismo "Sótano de las golondrinas".
De igual manera, entre los antiguos pobladores permanece al respecto, el significado que desgrana el término “Aquich-mom”, y que haría referencia a un pozo junto al árbol de “aquiche”, una especie endémica de la Huasteca Potosina también conocida como “guásima”, de poca altura, hojas rasposas, y un fruto del tamaño de una nuez, negro, de corteza quebradiza y rugosa, con interior dulzón.
Las noticias históricas de este municipio (no propiamente de la cabecera) se remontan hasta la época en que Hernán Cortés hizo la conquista de la Huasteca, en 1522. Según refiere Meade en su obra "El Valle de Oxitipa”, la zona del actual Aquismón fue encomienda de Cortés, lo que prueba la importancia que tenía y sin duda se la adjudicó a raíz de la guerra y a su entrada a Tamuín y Oxitipa por el año de 1524, fecha en que posiblemente hicieron alguna fundación en Valles.
La región de Oxitipa estaba a ocho leguas de Valles, fue cabecera y había un señor cacique, puesto por Moctezuma; esa encomienda la perdió Hernán Cortés en octubre de 1525, en que le fue asignada a Gonzalo de Ocampo, después de Pedro de Guzmán y por fin de Francisco Barrón. Se sabe que el pueblo que ahora llamamos Aquismón, en la época antigua se le llamó “San Miguel de Tam-aquichmom” y era una misión de la Custodia Franciscana de San Salvador de Tampico.
Por esa razón, se ubicó aquí la iglesia a San Miguel Arcángel, ícono religioso e histórico de Aquismón y particularmente de su cabecera municipal, donde se le venera cada 29 de septiembre. Sin embargo, esta celebración del patrono del pueblo es algo deslucida si se le compara con la dedicada a Santiago Apóstol y a Santa Ana, los días 25 y 26 de julio (respectivamente), fecha de su fiesta tradicional.
Ello se debe -de acuerdo con historiadores potosinos contemporáneos como Homero Adame- a que San Miguel fue impuesto por los frailes, pero los nativos prefirieron venerar a la virgen Santa Ana, porque la ven como una representación de la madre tierra y de algún modo se le da el sincretismo como Tlazoltéotl, su diosa equivalente. De hecho, la etnia huasteca siempre ha estado muy en comunión con sus orígenes ancestrales.
En cuanto al culto a Santiago tiene su origen en que los tének veían a los primeros españoles montados a caballo, llevando un estandarte con su imagen, entonces dedujeron que si los colonizadores lo traían consigo era porque se trataba de la deidad más poderosa. Pero San Miguel era muy celoso y ordenó que a sus rivales se los llevaran a otras partes; fue así como la imagen de Santa Ana fue adoptada en Tanlajás, mientras que la de Santiago se trasladó a la Santa Bárbara.
Es precisamente desde aquella localidad donde se organiza una procesión cada 25 de julio: Los peregrinos ingresan desde el sur al pueblo, acompañados por la efigie del apóstol, música tradicional y haciendo estallar la pirotecnia. Luego se ubican en el atrio de la parroquia para realizar sus rituales enmarcados en la exhibición de danzas autóctonas, dentro de la cual sobresale el peculiar colorido de su vestimenta, sobre todo el “quesquem” y el “petob” en las mujeres.
Del templo de San Miguel, diremos que para 1560 el franciscano Fray Andrés de Olmos había fundado la custodia de San Salvador de Tampico –en la población del mismo nombre- con el propósito de evangelizar desde ahí el territorio de la Huasteca Potosina. Entre las primeras trece (de 22) misiones que se crearon para tal efecto, destacaba como la séptima la de San Miguel Arcángel de Tam Aquichmom (o Aquismón).
Por los escritos del padre custodio Fray Jacobo de Castro se sabe que en 1726 se incendió la iglesia de Aquismón, que estaba hecha de otates y techada con palma. Al paso de los años el lugar se convirtió en morada eterna del fraile Francisco Maldonado, quien en 1746 fue sepultado en la parte frontal; y en 1748 albergó temporalmente la custodia de San Salvador de Tampico, cuya sede radicaba en la Villa de los Valles de Oxitipa (hoy Ciudad Valles).
En tiempos recientes, la iglesia mostraba un rústico campanario elaborado con tablas de madera, cuyo aspecto precario cambió apenas para el año de 1975, cuando quedó terminada la torre, construida de piedra; por esa década funcionó también un dispensario médico temporal. A la fecha, el lugar es un emblema no solamente de la cabecera sino de todo el municipio de Aquismón.
UNA SUCURSAL DEL PARAÍSO
Pensar en turismo es pensar en San Luis Potosí. Pensar en San Luis Potosí es pensar en la Huasteca Potosina. Y pensar en la Huasteca Potosina ineludiblemente nos remite a Aquismón. Y vivir en Aquismón es un privilegio, donde al alcance de nuestra mano tenemos el paraíso mismo en todas sus manifestaciones: Arroyos, cascadas, cuevas, nacimientos, parajes, ríos y sótanos, y por si fuera poco, un singular clima caluroso que nos invita a disfrutar cada uno de esos lugares.
Si te da hambre, descubres la habilidad gastronómica de nuestros habitantes en sus principales platillos típicos: El gigantesco zacahuil, el mediano bolim, y los pequeños bocoles llenos de sabor. Si te da sed, hay fruta suficiente y variada para una rica bebida, o la sacias con una refrescante y tradicional raspa de Aquismón; si te da frío o necesitas energía, el sabor inigualable de nuestro café es la receta perfecta.
Si quieres buena música que te devuelva el entusiasmo, nada como el zapateado de nuestros huapangos en cualquiera de los eventos culturales; si pretendes vivir nuestras costumbres, te invitamos al Xantolo en Día de Muertos (con sus tamales, sus altares, sus huehues y sus danzas autóctonas); si buscas divertirte sanamente tenemos en julio nuestra fiesta. Pero lo más importante: Si necesitas un amigo, alguna puerta de un hospitalario aquismonense se abrirá.
Porque así es Aquismón: Diverso, generoso, multiétnico, soñador y progresista. Sabedor de lo que tiene y de lo que puede llegar a ser. Pensador en el presente y proyectista del futuro. Valorador de sus oportunidades e innovador en sus intenciones. Algunas veces vapuleado por las imponderables, pero siempre reacio a dejarse engullir por la derrota; guerrero como él solo, e imbatible hasta el último aliento.
Así es nuestra tierra, así es nuestra gente. Cuna de la civilización que forjó en el actual Tanute la legendaria Oxitipa. Punto final de los nómadas de otro terruño porque en éste encuentran cobijo. Con surcos donde la caña endulza la economía de la zona norte, senderos serranos con aroma a caficultura, plantíos extensos de abundantes cítricos, y verdes prados en los que crece el robusto ganado. Así es Aquismón, una verdadera sucursal del paraíso.